El árbol se expandió en todas las dimensiones, hacia arriba, los lados y también subterráneo.
Las lluvias temporales lo hacian enverdecer y crecer.
Los rayos del sol llenaban de brillo sus lindas hojas.
Arbol solitario y decorador, siempre sonriendo al peaton.
Y el tiempo fugaz quemando el momento, como el fuego.
Manos de dos personitas jugando en el campo. Y ún cerillo causante de las llamas.
El viento enojado, expandiendo el manto caliente de fuego ardiente.
Y el árbol?
5 segundos duró el dolor mas grande de su vida. Perdió el verde que lo acompañaba, terminando obsoleto y frágil. Sin color.
Bomberos, cubetas de agua, mangueras, cenizas, ráfagas de viento y fuego. La aventura del dos mil siete, justo antes de partir por paella y celebrar con cerveza.
Y hoy los niños que decian: Nosotros no fuimos!! con coraje en voz y cara. Ante mí; después de tener el homenaje escrito, en hoja rayada, delatan el asesinato del pobre árbol que me saludaba cuando caminaba en el pasillito de tierra y mariposas amarillas.
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