martes, 7 de julio de 2009

ures

La persona que se puede conmunicar con tan solo su corazón.
Ella me aviso su partida. Ella me espero una carta y aparte
nos encontro afuera de cineMax.

La abuela paterna, en Chedraui nos voceaba.
Le gustaban las almendras con caramelo blanco bien ricas,
esas navideñas.

Todavía recuerdo su olor. Y la sobrina que conocimos hoy,
tenia su camison.

Recuerdos amargos han terminado.

Como un ciego escribiendo bajo la oscuridad entera.

No son silicio ni sulfato, ni cuarzo ni fuego, nada...
Unicamente el sonido de descanzo por dentro se exhala
entrando a mis oidos.

Es el hombre que en sueños alza sus plegaras al mas allá.
A la madre que le debe su vida.
A la que nos trajo a este pueblo.


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