en el paseo, yo nadé en el río; cuando abria los ojos abajo del agua, todo se veía verde. Nadaba hacia la profundidad. Bajo agua dulce, volteaba mi cuerpo hacia el cielo dejando que el agua, con su energía me elevara.
Mientras yo veía como rapidamente el poder del sol, hacia que cambiara de color; hasta el punto de ser transparente y dejar ver al cielo. Para despues recibir el viento que hacia mover la corriente hacia el otro lado del río.
Cuando mis pies tocaban el fondo, podian meterse mas abajo del fondo; una sensación chistosa, rara, misteriosa, gelatinesca, novedosa y no olia bonito.
Regalo sabio, máxima mágia fresca.
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