domingo, 12 de octubre de 2008

flotando

en el paseo, yo nadé en el río; cuando abria los ojos abajo del agua, todo se veía verde. Nadaba hacia la profundidad. Bajo agua dulce, volteaba mi cuerpo hacia el cielo dejando que el agua, con su energía me elevara.
Mientras yo veía como rapidamente el poder del sol, hacia que cambiara de color; hasta el punto de ser
transparente y dejar ver al cielo. Para despues recibir el viento que hacia mover la corriente hacia el otro lado del río. 
Cuando mis pies tocaban el fondo, podian meterse mas abajo del fondo; una
sensación chistosa, rara, misteriosa, gelatinesca, novedosa y no olia bonito.
Regalo
sabio, máxima mágia fresca. 

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